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Don Quijote de La Mancha
Miguel de Cervantes Saavedra

¿Por qué se considera Don Quijote de La Mancha una obra maestra de la literatura universal?*

 Porque esta novela de Cervantes, en sus dos partes, es un universo, como un macrocosmos de su época, la historia y la sociedad, así como de las corrientes literarias y de pensamiento de entonces, pero es también el microcosmos donde se desenvuelven unos personajes como don Quijote y Sancho, magistralmente creados.

Panorámica social e histórica

 Nos da toda una panorámica del momento histórico y de la sociedad de entonces, donde se manifiestan, por ejemplo:

-todos los estamentos sociales: nobleza, campesinado, clero, servidumbre, oficios; caballeros, funcionarios, soldados, actores, comerciantes, estudiantes, presos;

-la problemática de la época histórica: el peligro turco, los corsarios berberiscos, el drama de los cautivos españoles en Berbería, la presencia de los tercios españoles en las distintas posesiones europeas, y los destinos en América;

-la religión: el Santo Oficio, las órdenes religiosas, los autoflagelantes, los peregrinos, la interpretación de la religión y las cuestiones de fe, la expulsión de los moriscos, la “limpieza” de sangre;

-la seguridad: los cuadrilleros de la Santa Hermandad y el bandolerismo catalán;

-el pensamiento y el saber de la época: medicina, astrología, navegación, artes, letras, el legado greco-latino;

-la moral: prevaricación, prebendas, ocupaciones pícaras;

-costumbres: comidas, monedas, fiestas y celebraciones, ropa, modas, diferentes clases de telas y adornos, zapatos, joyas, vestimenta de las clases sociales y la de los diferentes oficios, profesiones y altos cargos.

Los valores literarios

 Si bien todo lo expuesto antes está explícito en Don Quijote de la Mancha, no serían elementos suficientes como para alzarse en tan alto lugar dentro de la literatura universal. Es su gran valor literario, su estilo, su lenguaje, su arte narrativo y su imaginación los que unidos a aquellas características convierten la obra en un producto estético.

Su lenguaje, su estilo y, sobre todo su revolucionario manejo de los elementos de la narración: pensemos en lo que puede significar el que unos personajes hablen en la Segunda parte de la novela sobre la Primera parte publicada, donde, como cuenta Sancho a don Quijote:

me mientan a mí en ella con mi mesmo nombre de Sancho Panza, y a la señora Dulcinea del Toboso, con otras cosas que pasamos nosotros a solas, que me hice cruces de espantado cómo las pudo saber el historiador que las escribió.

Asimismo, don Quijote, enterado de que en la Segunda parte apócrifa, del tal Avellaneda, se dice que él tomó el camino de Zaragoza para participar en unas justas -que era, realmente, su intención en el momento de enterarse del contenido de la edición apócrifa-, decide cambiar el rumbo hacia Barcelona, por hacer quedar mal al escritorzuelo ante los lectores.

O también, encontrarse en una venta con don Álvaro Tarfe, un personaje de ese mismo Quijote apócrifo, y convencerle de que él y Sancho son los verdaderos personajes don Quijote y Sancho Panza, y no los que don Álvaro conoció en la novela, con lo cual desacredita la caracterización que Avellaneda hace de ellos en su obrilla.

Por todo lo dicho estamos ante una novela dentro de la novela, un tiempo dentro de otro tiempo, un pasado que se vuelve presente, y un presente que puede alterar el pasado, una modificación de una obra publicada por la voluntad de los allí representados, y todo ello logrado con la fluidez y naturalidad narrativa como si se tratara de un autor de nuestro tiempo.

Por otro lado está la creación de unos personajes tan complejos como don Quijote y Sancho, con su entramado psicológico y su carga emocional: dudas, miedos, vacilaciones, frustraciones, ambiciones, soberbia, impertinencias, reflexión e irreflexión, ideales, mezquindades y aires sublimes, todas las coherencias y todas las contradicciones, tal y como somos los seres humanos.

En resumen, Cervantes es el creador de la novela moderna, y sin esta obra la narrativa no hubiera evolucionado al punto en que se encuentra hoy en día.

 ¿Tiene vigencia Don Quijote de la Mancha en la época actual?

Aunque nos separan varios siglos de su aparición, y aunque su mundo y sus personajes no tienen nada que ver, aparentemente, con nuestro mundo actual, es una novela que continúa vigente: ha cambiado el escenario, han cambiado los actores, pero la “obra” que se representa sigue siendo la misma. En eso estriba el que una obra literaria mantenga su vigencia, porque sus valores profundos están por encima de modas, usos y costumbres, época e historia.

Hoy en día, y en todos los lugares del mundo, se desarrollan idénticas problemáticas aunque estén adornadas de avances tecnológicos y científicos. La esencia de nuestra vida discurre por los mismos derroteros: la lucha por alcanzar un estatus superior al que se tiene, la miseria por un lado y la opulencia por el otro, la intolerancia, las luchas continuas con algunos vecinos geográficos... y un largo etcétera. La esencia del problema es la misma: la necesidad de cambiar lo que no nos gusta del mundo en que nos ha tocado vivir, la intrínseca infelicidad, la eterna insatisfacción que nada colma.

El personaje don Quijote es un universo: contiene las características esenciales de todos los seres humanos, en mayor o menor escala, que se manifiestan en algún momento de la vida, por eso ha trascendido las épocas, las modas, la historia. Todos llevamos un Quijote dentro, porque en algún momento de nuestra vida hemos deseado cambiar el mundo, o algunas cosas del mundo que no nos gustaban. Él, personaje literario, quiso convertir una realidad injusta, sórdida, vulgar y mezquina en una realidad justa, bella, elegante, generosa y educada, y su punto de referencia era el mundo de altos ideales que recogían las obras de la caballería andante.

Todos, alguna vez, hemos sentido la necesidad de ser héroes, aunque fuera de nuestra propia vida; don Quijote se sentía héroe. Él, como tantos, intentó imponer su código de valores, reparar las injusticias, socorrer a los necesitados. Cualquier ser humano que intente ennoblecer el mundo en que vive, está emparentado con don Quijote; cualquier ser humano que sólo vea lo que quiere ver, que intente ser un redentor imponiendo su único criterio y se convierta en un dictador, también.

Existe esa otra parte de la humanidad que representa Sancho Panza en sus mejores aspectos: los que sin ínfulas de grandeza hacen las cosas lo mejor que pueden cuando les llega el turno de ser gobernadores de su propia ínsula Barataria, su vida; los que saben renunciar cuando es preciso, los que conocen sus limitaciones pero tratan de aprender de aquellos que pueden enseñarle.

En realidad, cada ser humano lleva a don Quijote y a Sancho Panza en su interior, como fuerzas que se complementan mutuamente.

¿Cuál fue el propósito de Cervantes al escribir Don Quijote de la Mancha?

Como él mismo lo explica, su propósito fue criticar las novelas de caballería, pero el producto que nos dejó con su obra fue más allá de esta intención, logrando dar un panorama muy completo de la sociedad de su época y un par de personajes casi animados, vivientes.

De todas las obras que escribió Cervantes -y tiene algunas tan magníficas como las Novelas ejemplares- fue Don Quijote de la Mancha la más abarcadora, la más profunda, la más trascendental. En ella está expuesto todo el pensamiento cervantino, es el producto mejor logrado de su estilo literario, de su genio creador.

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*Fragmento de los comentarios, Don Quijote de La Mancha, Editorial Plaza Mayor, San Juan.
 

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